Mirándose al ombligo

Jorge Frascara, en Diseño gráfico para la gente:

«La comunidad de diseñadores dedica mucho tiempo a actividades auto-indulgentes y auto-referenciales, tales como concursos de diseño donde la evaluación se hace de una forma descontextualizada y gobernada por el gusto; a exposiciones y publicaciones de diseño en las que lo único accesible es el aspecto visual de las cosas, carentes de información relativa a su origen, sus objetivos y su eficacia, y congresos de diseño que se asemejan a congresos cientí­ficos en apariencia pero que no ofrecen información de valor.»