Hace ya más de un mes que no escribo nada aquí. Primero, mucho trabajo, lo que no es una gran novedad; luego, durante las tormentas de hace unos días me quedé sin ordenadores una semana, menos mal que existe AppleCare. Así que aproveché para hacer vida de jubilado mientras los reparaban: nadé bastante y me dejé a remojo en una cosa que llaman rotenburo (aunque la música new age sea tan irritante). También pasé una fiebre Evelyn Waugh, volví a leer Retorno a Brideshead y a ver la serie de televisión.
Sin embargo, ni Chí¢teau Peyraguey, ni fresas: la lluvia también estropeó el picnic que había planeado para mi cumpleaños en las fragas del Eume (la fotografía de arriba). ¿Qué más? Bebí Kopi Luwak, me regalaron un salacot y la Introducción a la Literatura del Siglo XX, de Vintila Horia, que tan sabiamente me había recomendado El Zurdo. Y encontré un sitio perfecto en el que vivir, amplio, luminoso… por supuesto, caro. No sé qué hacer.